miércoles, 28 de diciembre de 2011

EL MIEDO


Esa magnífica editorial que es Acantilado publica El miedo una desconocida obra del autor francés Gabriel Chevalier en la que narra sus experiencias en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. El autor sobrevivió a un calvario de tres años compuesto de piojos, heridas, mutilaciones, muertes brutales, cadáveres, frío, hambre y miedo mucho miedo. Más que El miedo, tal vez la novela debería titularse el terror (o el horror), porque esa es la sensación con la que se queda el lector al acabar la obra.
La crudeza con que Chevallier describe el día a día de la guerra, el sufrimiento de los soldados y el retrato inclemente de sus superiores. Casi un siglo después el resultado aún es conmovedor. A mi juicio es infinitamente mejor que la mucho más afamada Sin novedad en el frente, ya que además de describir la desoladora vida del frente se nos relata de manera estremecedora el miedo que sufren los soldados al afrontar la muerte en el campo de batalla. Chevallier descubre que los soldados de cualquier guerra son presa del miedo, un miedo omnipresente capaz de paralizarlos o, en ocasiones, llevarlos a la huida, la mutilación o incluso el suicidio. Proclamar que los heroicos soldados franceses eran víctima de un terror indiscutible provocó un verdadero escándalo en Francia e incluso la novela sería retirada de la circulación en 1939, al inicio de la Segunda Guerra Mundial.
El relato no describe la guerra, sino la guerra de un soldado, algo muy diferente de lo que aparece en cualquier libro de historia. La relación que hace Jean Dartemont, el alter ego del autor, de su vida de soldado es la de un testigo ajeno a cualquier privilegio. Utiliza de manera continua el presente de indicativo y el desorden, como un cuadro futurista, lleno de movimiento, fragmentación y sensaciones que se extiende a la largo de una narración en la que el miedo es la única amalgama que une sus terroríficas peripecias.

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