lunes, 23 de enero de 2012

LITERATURA Y AGUINALDOS

La noticia de la semana es que han cerrado Megaupload y el reino de la piratería tiembla. Muchos atacan esta medida y por supuesto no dan ninguna solución, en el fondo, que no sea el que esto siga siendo el reino de la piratería. Los cineastas y músicos han visto como sus ingresos o la capacidad de obtener beneficios de sus productos han bajado año tras año. De hecho la otrora poderosa industria de la música se ha convertido en un negocio marginal. Casi nadie compra hoy el cd de moda y los artistas deben vivir de sus actuaciones.
Ir al cine hoy es ir a una sala casi vacía. Hace una semana estuve viendo un par de películas super taquilleras y de reciente estreno. El número de espectadores de las dos salas no superaba la docena,ya que la gente prefiere verlas online. En el cine cada vez se hacen menos películas, eso sí más caras y espectaculares para que la gente acuda a verlas en gran pantalla y en 3D.
Ahora le toca al libro. Al sacar Kindle su libro electrónico ha dado la salida a que se pueda piratear a lo grande. Todo parece indicar que la marginal piratería de libros de ese marginal mundo que es la literatura va ir en aumento de una manera dramática.
Un dato: se han vendido 280.000 libros electrónicos y esos usuarios han comprado 180.000 libros, menos de un libro por usuario. ¿Se gastan dinero en un medio que no usan? La respuesta está en uno de los foros: "El libro electrónico compensa, es un gasto inicial fuerte,pero al final tienes todos los libros gratis".
Si los libros son gratis cabe preguntarse que parte va a recibir el autor de la nada.
Para las mayoría de los autores los derechos de autor son un aguinaldo que el editor le da por su obra, casi ningún autor puede vivir de su trabajo salvo que sea uno de los contados autores de bestseller. A lo sumo logra vivir escribiendo artículos, haciendo bolos y dando cursos. Incluso ese caso es poco común.
La cuestión de precio es bastante estúpida, es cierto que los libros electrónicos son caros, pero da lo mismo el precio. Nadie quiere pagar nada por algo que puedes adquirir en otra parte gratis.
Ahora llega la hora de renunciar al aguinaldo, esperemos que al menos manden un email al autor dando las gracias por su obra.

martes, 17 de enero de 2012

DEINEKA


La fundación Juan March organiza una exposición sobre la obra del pintor ruso Aleksandr Deineka, uno de los artistas al servicio de la revolución soviética cuya trayectoria osciló entre la vanguardia y el academicismo del realismo socialista. Merece la pena verse porque ilustra perfectamente el gran servicio que han prestado los intelectuales a regímenes horrorosos durante el siglo XX.
Deineka comenzó su carrera partiendo de esas vanguardias un tanto enloquecidas que conmovieron al mundo a principio del siglo XX. En esa obra inicial se ve claramente el deseo de ruptura y de novedad. Los cuadros que se muestran al inicio pueden gustar o no, pero, desde luego, son novedosos algo nunca visto que como pronto sucede deja de serlo. El ejemplo está en los numerosos carteles de propaganda, innovadores y espectaculares en un principio, que acaban convirtiéndose en un cliché.
El mundo que muestran sus cuadros es un mundo de juventud, deporte, desafíos, esperanza y construcción de un mundo nuevo. Un propagandista perfecto de una nueva era de felicidad humana. Las masas se muestran alegres, las mujeres felices en las fábricas, los campesinos entregados a su trabajo. Todo es perfecto en este mundo feliz y utópico repleto de jóvenes bellos y esculturales.
Me gustan especialmente los mosaicos, tal vez por lo llamativo y poco comunes. Según va avanzado la exposición la calidad artística va decayendo, los trazos rompedores del principio van cayendo en la debacle academicista del realismo socialista. El cuadro final es una obra kitsch, hortera y despreciable que ejemplifica la decadencia absoluta de su arte. Denieka, un subversivo y rompedor artista inicial, acabo convertido en el ejemplo de artista al servicio del poder.

viernes, 6 de enero de 2012

Nancy Mitford o la comedia ligera




Libros del Asteroide reedita varias obras de la escritora británica Nancy Mitford, una curiosa mujer cuya vida es más interesante que sus novelas. Miembro de la aristocracia inglesa dedicaría gran parte de su vida a ridiculizar la casta a la que pertenecía y de la que estaba orgullosa de pertenecer. Fue escritora de novelas de humor, cronista social, árbitro de la elegancia (trabajo como modelo de Dior) y animadora cultural en París, donde transcurrió gran parte de su vida a pesar del amor que sentía por Gran Bretaña.
Si ella fue peculiar no lo fue menos sus hermanas, que destacaron por su afición a las ideas políticas en boga, el fascismo y el comunismo. Precisamente de eso va esta novela basada en las peripecias de su hermana Diana que abandonó al millonario Guinnes para buscar refugio en los brazos de Oswald Mosley, el lider de los fascistas británicos, que le pagaría tales esfuerzos siéndole infiel.
Trifulca a la vista es una comedia ligera en la que hay esa mezcla de costumbrismo y humor típicamente inglés. A quien lo lea encontrara ciertas similitudes con Wodehouse o Evelyn Waught (aunque éste último me parece muy superior). Cazadores de fortunas, señoritas bien de ideas políticas descabelladas, artistas excéntricos y una turbamulta de personajes ridículos y entrañables forman el elenco que protagonizan esta obra. Escrita con un estilo ligero y desenfadado deslumbra de vez en cuando con algún comentario mordaz. No es una gran novela, pero sí es una novela de fácil lectura. ¿Cuál es el problema? Si se le fácil se olvida también con igual facilidad.