viernes, 11 de noviembre de 2011

HOTEL KAFKA (I)


RAFAEL REIG

Acudo a la presentación de Ejército enemigo la última novela de Alberto Olmos que tiene lugar en Hotel Kafka, una de las más afamadas escuelas de escritura creativa de Madrid. Los honores de la presentación caen sobre Rafael Reig que aparece con su característica sonrisa y u tono desenfadado.

Rafael Reig me cae bien porque tiene sentido del humor, no se toma demasiado en serio y es un buscaproblemas de cuidado. Recuerdo que en la Feria del Libro la lió al presentar su novela Todo queda perdonado. No se lo ocurrió otra cosa que meterse con la derecha (lo que puede provocar rechazo entre el público, pero entra dentro del canon políticamente correcto) con la izquierda socialdemócrata (se puede uno imaginar el rasgamiento de vestiduras), para acabar declarándose comunista y antidemócrata ante un público estupefacto que no daba crédito a la ruptura del dogma democrático defendido por toda persona bienpensante.

Aquí la cosa fue mucho mejor. Voy a reproducir más o menos aproximada y de manera resumida lo que dijo:

“La novela de Alberto va de la sociedad actual, que es una cosa de la que no tengo ni idea. Tal vez sea que veo poco la tele y como ya se sabe sólo sucede y es importante lo que sale en la tele, sin no sale no existe. Así que yo me quedo estupefacto cuando veo en la pantalla una concentración de gente en Londres que se pone en pelotas, las chicas enseñan las tetas, protestando contra el hambre en Somalia. A la semana siguiente en Paris otra manifestación de gente en pelotas, las chicas enseñan las tetas, protestando contra el calentamiento global. Una quincena después otra concentración de gente desnuda en Roma, las chicas enseñan las tetas, protestando contra la explotación del Tercer Mundo. Parece que lo único que puede sacar a los oprimidos y hambrientos del tercer mundo es ver las tetas de las chicas ricas, éste es un objetivo razonable, pero los considero de escasa efectividad.

La novela de Alberto va de eso, de esa engañifa de la falsa solidaridad que hace que purguemos nuestros pecados con actos pequeños y un tanto absurdos, que hacen que nos consideremos buenos, que estemos entre los salvados, que compremos una parcela en el paraíso de los buenos sentimientos.

Esta obra es sólo una novela política, también es una ficción policíaca cuya trama está trabajada y tiene un interesante personaje principal que tiene cosas de ese personaje de su blog lector malherido. Es de las novelas que me gustan, esas que uno lee para saber cómo acaban”.

A continuación interviene Alberto Olmos, pero eso lo dejo para el siguiente post.

No hay comentarios:

Publicar un comentario